Eduardo Waisman, Madrid 23 de Octubre de 2006
Una mañana, así de repente
sin arrepentimiento
el Mundo se quedó sin amor
seco e inmutable en un susurro sin lamentos
Las iglesias se transformaron en museos
Los matrimonios aun más que nunca en contratos civiles
y el famoso e inevitable sexo en meditados ejercicios genéticos
con indudables ventajas aeróbicas
Las ciudades y los campos
fueron desde entonces juzgados por lo que eran
Los hijos fueron cuidados por una nueva ley
que castigaba sin apelación el abandono del futuro
por que el devenir no debía ser abolido
Hombres y mujeres ya solos desde siempre
solos frente a su vida y a su muerte
dejaron de fingir momentos de encuentro
La idea del alma se esfumó de canciones y poemas
estos últimos reteniendo nada mas que métrica y estilo
Desaparecieron el odio, la guerra y las canciones
La traición se volvió útil y vacía
El Mundo continuó girando por algunos miles de millones de años
ya que su rotación nunca dependió de ese extraño sentimiento
y tú y yo
y yo y tú
seguimos muriendo aun con menos sentido que antes
martes, 29 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario